La muerte de una mascota puede inspirar un numero de reacciones, pero raramente alguien ha tomado su duelo para empezar un museo, como fue el caso con la KattenKabinet en los Países Bajos.
La KattenKabinet, o “Cabina de los Gatos”, fue fundado por Bob Meijer en 1990 como un tributo a su propio gato difunto, John Pierpont Morgan. A lo largo de las nueve vidas de J.P. Morgan, el felino recibió regalos de cumpleaños de los amigos de Meijer, tales como cuadros, una estatua de gato hecha de bronce e inclusive una recreación de un billete de un dolar americano con la imagen de Morgan en vez de Washington y la leyenda “No confiamos en los perros”. Con estas piezas ya en mano, Meijer comenzó el museo en los pisos mas bajos de su histórica casa construida en 1667.
Mientras que Meijer y su familia todavía viven en los pisos mas elevados de su antigua casa de mercader, el museo público muestra gatos de todas las especies y coloraciones, mostrados en una variedad de medios desde pinturas y esculturas hasta posters y libros. La cabina de los gatos esta decorada con ellos en el estilo barroco de un museo clásico.
Esta colección llena de clase se ha asociado inclusive con establecimientos como el museo de Van Gogh en Amsterdam, para presentar trabajos de importancia artística y felina. Y como cualquier verdadera colección de arte, la Cabina de los gatos publicó un catalogo de sus obras titulado “Gat-a-Logo.” y hoy en día puedes comprar en su tienda un apropiadamente titulado: “Un ser supremo, 25 Años de la Cabina de los Gatos en Amsterdam”
Por supuesto que la Cabina no seria nada sin algunos especímenes vivos que transitan por los pasillos y llenan el espacio con un aroma felino. Para ello Meijer es dueño de no menos que 5 gatos que rondan el museo y saludan a los visitantes.
Nos hace falta uno así por aquí, ¿ no lo creen ?
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