En Alabama (USA), alguien reportó que la señora Helen Johnson robó en un supermercado.
Cuando la policía llego a su casa para arrestarla, el agente William Stacy le preguntó:
“¿Dime qué te robaste?”
Ella llorando respondió:
“Sólo cinco huevos para alimentar a mis hijas y nietas…”
El agente montó en su patrulla. Fue hasta el supermercado. Pagó lo que había sustraído la mujer y compró una despensa completa. Acto seguido, regresó con la despensa a la casa de la señora Johnson.
Cuando ella vio al agente frente a su puerta, empezó a llorar y dijo:
“Señor es demasiado lo que haces…”
Él sólo respondió:
“A veces, antes que aplicar la ley, debemos primero aplicar humanidad”…